Al interior del cielo...
Después de enterarme que Raúl me amaba recordé una palabra: venganza así le haría para quitarme este dolor, estaba rota por dentro pero estaba harta de que la gente me viera con lástima y me diera un abrazo hipócrita, estaba harta de la ropa negra, el rímel corrido y las pesadillas nocturas que me torturaban noche tras noche; ya había aprendido que la noche me ponía melancólica y que odiaba esa obscuridad que cuando era pequeña me aterraba y pensaba que eran monstruos los que cobraban vida cuando no había luz; ahora la obscuridad tenía un nuevo significado para mí y era la depresión aquel sentimiento que no puedes controlar pero si puedes decidir salir, un día estas bien y al otro te das cuenta que ya estas dentro y esos monstruos son tus miedos que tu decides si alimentar o no, si hacerlos más grandes y aterradores o enfrentarlos y correrlos de tu vida; muchas veces esos demonios son nuestras inseguridades, nuestro pasado, las decepciones, las pérdidas pero nunca los fracasos estos sirven como oportunidades. Yo decidí por mucho tiempo alimentarlos y ahora eran más grandes más aterradores y me superaban en tamaño pero a fin de cuentas había que recordar si yo los había creado también los podría destruir.
Ahora que lo sabía solo me hacía falta la fortaleza ya necesitaba salir y sanar; pensé erróneamente que para eso necesitaba a Raúl y no fue así quién diría que un hombre que se moría por mí y cuya familia me quería tanto y cuidaba después se convertiría en lo que se convirtió.
Raúl:
Este sentimiento no debía ser posible me decía a mi mismo hace a penas poco tiempo que mi hermano nos dejo, y aún me duele pero bien dicen que en el amor no se manda y esto me supera en intensidad, verla tan enamorada, después tan frágil, luego tan fuerte durante el funeral y después verla en el más profundo abismo para después ver como renacía de las cenizas me hizo darme cuenta su valor.
Ahora no se como decirle a Cielo que la amo, que admiro su fortaleza, que admiro su entrega y que admiro la manera en la que lucha siempre a pesar de toda su historia, bien lo decía Randy: es única es mi cielo.
- Fin Raúl -
Al interior del Cielo:
Jamás pensé que esto fuera tan intenso, todo se dio tan rápido, no era la primera vez que me juzgarían pero Raúl me hacia sentir bien, no era como Randy pero tenía que dejar de compararlo, Raúl era bueno y me quería, tal vez no tanto como Rand pero lo hacía a su manera, y de nuevo yo comparando amores ¿Jamás se me quitaría esa mala maña?
- Fin Cielo -
Raúl:
Ya han pasado varios años de lo de Ran y veo que Cielo sigue llorando, cada vez me es más difícil contenerme ¿Por qué no puede quererme, por qué si yo intentaba todo por hacerla feliz? ¿será que ella no me amaría jamás como a él?
El era mi hermano pero él ya no existe, está muerto,y ahora ella está conmigo y tendría que entenderlo porque de ahora en adelante eramos ella y yo, Ran ya era parte de su pasado.
- Fin Raúl -
Al interior del Cielo:
Nunca le mentí a Raúl NUNCA el sabía que era una mujer incompleta, que necesitaba armarme de nuevo para ser la persona que el conoció, que no sabía cuanto tiempo me iba a tardar en eso, él lo sabía se lo dije; era mala pero no le había mentido. Pero lo que hizo no tiene perdón jamás pensé que Raúl me pegaría cuando le hizo algo se rompió en mi interior como se atrevía yo no había sido la mejor novia, pero lo quería mucho y aceptaba e incluso aguantaba humillaciones para él no era más que su muñequita de pastel, una muñeca que se pasea, se exhibe y que siempre tenía que estar bien vestida, entaconada en todo momento, maquillada para parecer mayor y yo lo acepté, ¡Cómo fue capaz! una vez más recurro al odio para no sentir, el dolor físico no se compara con la humillación la mejor barrera de nuevo fue odiar y no sentir, se arrepentiría tarde o temprano.