Desde que te fuiste 1

Despertar y ver el calendario... Miércoles 13 de Enero, sí, ya había llegado el momento, no sabía cómo iba a reaccionar ni que iba a hacer con mi vida, no sabía si el plan perfecto que había planeado daría resultado, no sabía nada estaba como el primer día con tantas cosas en la cabeza y con nada claro en realidad.

No pude dormir un día antes en lugar de disfrutar el día con él estuve con mi cara larga toda la tarde, lágrimas lágrimas y más lágrimas a veces creo que llorar nos hace humanos pero también creo que llorar sin razón nos nubla la visión y nos impide disfrutar los momentos. Yo era una una niña de nuevo no sabía que hacer y tampoco quería saber pero como todo no hay plazo que no se cumpla ni fecha qur no llegue. Sería la prueba más difícil de todas ¿sabes? En las demás ocasiones yo había tenido contacto ya con la muerte sabía lo que iba a pasar y sabía que cuando llegara el momento no habría marca atrss, ni opciones, ni decisiones que tomar. Yo estaba lista para la muerte y era fuerte pero no para las despedidas por eso muchas veces intente comportarme de la misma manera  pensando que si se iba sería como si estuviera muerto. Creo que no era la mejor opción a fin de cuentas no estaba muerto, solo estaría del otro lado del mundo y yo no podía ser egoísta para no alegrarme por su triunfo tenía que portarme madura tenía qur portarme fuerte, como la mujer que él merece ¡carajo Michelle! Yo era mi propia soga al cuello, yo era la que provocaba mis dolores, angustias, llantos, celos injustificados, el jamás me había dado motivo para desconfiar y al contrario yo si lo había hecho y el aún seguía confiando ¿por qué no podía yo confiar? Tal vez porque para confiar en alguien más primero tenía que confiar en mí y ese era el primer punto que tenía que trabajar.

El clima de este día no ayudaba en nada lloviendo, frío, triste y melancólico en otras ocasiones era mi favorito el pretexro perfecto para decirle ven abrazame, agarrar una cobijita y dormirnos y después pasar a algo más dónde llenariamos el cuarto de intensidad.

¡Otra vez con lo mismo Michelle! Esos momentos no se iban a perder solamente tendría que esperar para tenerlos y a volver sería aún más mágico.  Sería bueno para los dos pero....  ¿Y si no estaba lista? ¿Y si el cambiaba de opinión? Pero...  ¿Como podía asegurar yo eso? No estaba en su cabeza ni en su mente ni mucho menos sabía que le pasaba o sentía, su rostro no reflejaba nada el día de ayer creo haber visto mirada de lástima, de preocupación ¿tan mal me estaba poniendo? Debía confiar en todo lo que habíamos vivido en que me amaba demasiado. Debía de sentirme lo suficientemente valiosa para que el quisiera estar conmigo por verdadera decisión y no por compasión tenía que dejar atrás la mala maña de compararlo con todos y pensar que el sería como la bola de imbéciles que había tenido como exnovios a fin de cuentas no era así. Él sería la excepción a la regla, mi más bella casualidad.

Manejar hacia su casa me llenó de recuerdos, las veces que lo hacía con él como copiloto ahora me doy cuenta que no sólo quiero que sea mi copiloto de calles, también quiero que sea mi copiloto de vida. Pero ahora me tocaba a mi manejar sola, trazar mi ruta y armar mi camino a final de cuentas el destino no podría hacer que esto se rompiera nos volveríamos a encontrar en un punto. Sí mi amor es una promesa. No soy tonta sé las cosas solo que no sé tal vez sigo traumada con que toda mi vida ha sido un drama, con qué todo es dolor y cosas malas e inconscientemente las cosas pequeñas y normales también las convierto y drama y muchas veces las empeoro.

Al llegar mi cara reflejaba dolor ni siquiera pude verlo a los ojos me dolía sigo sin entender porque me aferraba a llorar y no a disfrutar con él.  Tal vez porque llorar era la única salida que conocía para sanar, pero llevar 7 meses llorando no era ya una salida se había convertido en una agonía, si no conocía otra manera tenía que buscarla y para sanar su partida que si dolía primero tendría que sellar mis capas internas. Ir poniendo punto final uno a uno de las cosas que me lastimaban.

Esos hot cakes fueron los más insipidos que comí, fue una mala tarde yo la hice mala esperaba un abrazo fuerte que me dijera ven amor y quedarnos así unos minutos, tenía que entender que no era una despedida que era un volveré mejor para ti pero no podía y hasta la fecha aún no me lo creo del todo. No quisiera detallar lo que viví ese día, él lo sabe solo puedo decir que fue un infierno.

Llegué a casa a a llorar más no podía ni verlo en fotos. Con todo el dolor de mi corazón las despegue una a una recordando los momentos bonitos que pasamos porque esa era la intención de las fotos recordar esos momentos bellos llenos de sentimientos que se quedaban inmortalizados en una foto. Y por alguna extraña razón sonreí y lo extrañé no con odio si no von esperanza.